Ferrari por fin ha revelado al mundo cómo es el SF-24, el monoplaza con el que la Scuderia va a competir este año en el mundial de Formula 1. Un coche muy bonito por formas y decoración, que mezcla ciertos conceptos de la competencia con otros propios. Es el último Ferrari de F1 que pilotará Carlos Sainz de forma oficial, tras un periplo de cuatro años en el equipo italiano.

La presentación se ha realizado en Maranello de forma presencial ante un selecto grupo de invitados, y de forma virtual a través de las redes sociales. Tras este breve acto, el coche ha realizado un shakedown en el circuito de Fiorano en manos de Carlos Sainz y Charles Leclerc a sus mandos.

El SF-24 combina el tradicional color rojo con el negro de la fibra de carbono sin pintar y detalles en color amarillo y blanco. El resultado estético es sencillamente impresionante y pasa a ser uno de los coches más bonitos de la parrilla. Llama la atención la presencia de numerosos patrocinadores, entre los que destaca el Banco Santander, Ceva, VGW o Shell. Está claro que la Formula 1 está de moda, y Ferrari siempre más.

El equipo de Enrico Cardile ha sido el encargado de diseñar un coche que supone un cambio de concepto aerodinámico respecto a sus predecesores. Se ha buscado ofrecer a los pilotos un monoplaza más consistente en todos sus aspectos y mejorar la facilidad de conducción. Se habla de que el coche es un 95 % nuevo. No sabemos si la cifra es exagerada o no, pero el SF-24 se ve muy distinto.

A nivel aerodinámico, los cambios son muy numerosos: morro más grueso y plano, entradas de aire de los pontones más estrechos que incorporan unas bandeja estilo Red Bull, modificaciones en espejos y nuevos deflectores colocados detrás de la cabeza del piloto. Los pontones son más anchos y largos, pero ahora dejan un buen canal en su parte inferior junto con el nuevo suelo.

A nivel de suspensiones, se mantiene el esquema push-rod en la parte delantera. Se han elevado las fijaciones de los brazos superiores en el morro, para interferir lo menos posible en la canalización del aire. La suspensión trasera es de tipo pull-rod, y se ha rediseñado la caja de cambios, que ahora es más estrecha para mejorar el desempeño aerodinámico en esa zona. Tanto el alerón trasero como el difusor son nuevos, y en su desarrollo se ha buscado mejorar la velocidad punta del coche.

Muchos cambios en un coche que no es ninguna revolución, pero que pretende ser un punto y aparte en el desarrollo de los monoplazas de la Scuderia. No se ha querido arriesgar demasiado para intentar asegurar el tiro, pero eso tal vez le reste algo de competitividad. No obstante, puede ser suficiente porque no olvidemos que Ferrari ahora mismo tiene el motor más potente. Pronto veremos si la Scuderia ha dado en el clavo con el SF-24.
Sainz y Leclerc, con ganas de empezar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *