Lo siento por los talibanes de Tesla: tenemos nuevo candidato a Pick Up más Cool del mercado. En el acto de presentación de la futura gama de Fisker, su fundador nos mostraba el Alaska, que es un pick-up eléctrica de doble cabina de la compañía. Míra las fotografías y dime si esto se parece a una Navara. No ¿verdad? Aquí vemos un vehículo tan poderoso y musculoso como una Raptor o una Ram, pero mucho más refinado. Fíjate en el frontal con esos ultrafinos faros superiores; en las formas tan trabajadas de las aletas, que son tan prominentes que invaden el espacio del frontal y terminan en dos conjuntos led colocados de forma vertical Todo el vehículo está lleno de bonitos detalles, que sólo un hombre del talento de Henrik Fisker puede diseñar.
En la parte trasera, llaman la atención dos cosas. La primera, las formas del suelo de la caja, propias de un Transformer. La segunda, el panel de separación que va entre los pasajeros de la segunda fila de asientos y la caja, que es escamoteable y permite ampliar el espacio de carga de la caja abatiendo los asientos. Son muestras del ingenio de Fisker, un hombre que siempre sorprende en todo lo que hace.
El planteamiento de esta pick-up es distinto al de sus cometidores, ya que va a apostar por un comportamiento más deportivo.. Fisker comentó en la presentación que el Alaska va a ser muy divetido de conducir, porque su puesta a puntoo aprovechará que es algo más pequeño y bastante más ligero que la competencia(no se proporcionó el dato concreto de peso). Y todo ello con la misma capacidad de carga. Genial.
De la parte técnica no se proporcionaron mucnos detalles. Sabemos que cuando alga a la venta en 205, lo hará con dos opciones de baterías: de 75 y 102 kWh, gracias a las cuales la autonomía máxima podrá alcanzar entre 370 y 547 Km. La potencia de los motores eléctricos de estas versiones podrían ser de 279 y 557 CV, gracias a los que el 0/96 los harán en 7,2y 3,9 s respectivamente.
Es bastante razonable pensar que el Fisker puede a llegar a ser un auténtico éxito en Norteamérica y otro países, si se mantiene ese precio estimado de 45.000 €. Pero para ello, Fisker tendrá que publicitar sus nuevos modelos, establecer una potente red comercial y cumplir todo lo que promete. No es fácil, pero esta vez el amigo Henrik Fisker parece tenerlo todo controlado.
