
– Nueva plataforma, independiente de la del Mercedes GLC de gasolina
– Medidas exteriores: 4,85 m de longitud, 1,91 m de anchura y 1,64 m de altura
– Dos maleteros: delantero de 138 litros y trasero de 570.
– Polémica parrilla delantera que se ilumina por completo
– Hasta 490 CV (360 kW) de potencia.
– Velocidad máxima de 210 Km/h y aceleración 0/100 en 4,1 s
– Pantalla MBUX Hyperscreen de 39,1 pulgadas
El nuevo Mercedes-Benz GLC EQ (eléctrico) es un SUV en el que conviven tecnologías que parecen provenir del futuro, un diseño general atractivo pero nada rompedor y una polémica parrilla frontal neoretro.
El enfoque del coche es claro: ser el mejor vehículo para disfrutar del contenido multimedia (música, películas, series, etc) a través de un habitáculo amplio, silencioso y muy bien terminado.
Destacamos su gran contenido técnico: nueva plataforma con arquitectura eléctrica de 800 V, una velocidad máxima de recarga de 330 kW, una potencia de 490 CV, el techo Sky Control y la suspensión Airmatic del Clase S.

La parrilla es el problema ¿o no?
El nuevo Mercedes-Benz GLC EQ presenta una carrocería francamente elegante, bonita y discreta… hasta que nos fijamos en la parrilla del coche, que es un elemento que directamente no pega con el resto del coche.
¿Horterada o genialidad? Para mí, al menos en foto, las versiones normales están más cerca de lo primero que de lo segundo. Esas enormes lamas horizontales plateadas son demasiado llamativas de día. Y de noche, parece la verbena de la feria del pueblo.

Nada más y nada menos que 942 puntos de luz la iluminan desde dentro, con una enorme estrella presidiendo el despliegue lumínico. Para las versiones AMG las lamas pasan a estar oscurecidas y son bastante más discretas y normales. Eso sí, por la noche también tienes luces de Navidad.
Por lo demás, estamos ante un SUV de gran tamaño, con una longitud de 4,85 m, una anchura de 1,91 m y una altura de 1,64 m. El coche tiene dos maleteros, uno frontal de 128 litros y uno trasero de 570 l.

En busca de la eficiencia
El nuevo Mercedes GLC EQ eléctrico estrena una plataforma extremadamente avanzada, donde la marca de la estrella ha echado el resto con cambio de filosofía incluido: no se diseña un chasis para luego ir montando el resto de elementos salidos ya existentes de la propia marca o proveedores. De hecho, para su desarrollo se ha renunciado a proveedores externos.
Todo se ha diseñado en casa, desde el software que controla todo el coche hasta el sistema de propulsión con su motor síncrono de excitación permanente (PSM) en la parte trasera, pasando por todo el cableado y las baterías. Cada uno de estos elementos se ha diseñado pensando en el conjunto.
La eficiencia ha sido la obsesión de los técnicos alemanes. La arquitectura eléctrica es de 800 voltios, lo que facilita que la velocidad de recarga llegue a los 330 kW. La eficiencia de la batería a la rueda en largas distancias es del 93 % y la climatización del habitáculo se realiza mediante una bomba de calor aerotérmica.

La batería es de iones de litio con una capacidad de 94 kWh y está fabricada con ánodos de óxido de silicio y alta densidad energética. Gracias a la alta velocidad de recarga, puede llegar a recuperar 303 Km en apenas 10 minutos.
Interior mejor que el de un cine
El exceso de la parrilla exterior también llega al interior, aunque en este caso se ha diseñado todo con mucho mejor gusto. De serie, las versiones menos equipadas equiparán 2 pantallas plenamente operativas para conductor y sistema central, y una tercera con mínimas funciones para el pasajero delantero. Pagando un suplemento esta tercera pantalla se vuelve completamente operativa.

Y la opción top es la MBUX Hyperscreen, por la que el salpicadero está casi totalmente ocupado por una pantalla continua de 39,1 pulgadas. La calidad de la MBUX Hyperscreen es sencillamente espectacular y está acompañada por un software igualmente brillante. Por supuesto que desde ella se controlan todos los parámetros del coche, con unos gráficos y rapidez fantásticos.
Pero Mercedes-Benz ha querido llegar mucho más lejos. Se pueden instalar nada más y nada menos que hasta 40 aplicaciones en el sistema, llegando a tener acceso a Disney+ en alta definición y a poder mantener reuniones por Teams.
Y es que el apartado multimedia se ha cuidado al máximo. Con el sistema de sonido Burmester (opcional), que permite reproducir música con calidad Dolby Atmos con Apple Car Play, y combinar sonido con la Iluminación Ambiental Activa de la pantalla: la música no solo se oye y se siente, también se ve de alguna manera.

El software se completa con el asistente MBUX de cuarta generación, que aúna tecnología de Google con la de Microsoft, con lo que podemos hablar literalmente con el coche. Podemos mantener una conversación, preguntándole sobre Einstein o un simple restaurante.
Por si esto no fuera suficiente, Mercedes estrena en el Clase GLC el techo panorámico Sky Control, con cristal que se oscurece a toque de botón y la posibilidad de crear un cielo nocturno en él con 162 estrellas.
Rigidez y comodidad excepcionales
La comodidad del nuevo Mercedes Clase GLC EQ eléctrico es excepcional debido a tres aspectos:
– El chasis y la carrocería tienen una rigidez altísima, lo que posibilita que los ocupantes del nuevo Mercedes GLC EQ eléctrico ningún tipo de vibración proveniente de la carretera. Mercedes-Benz declara una capacidad de remolcado de hasta 2400 Kilos, la mayor del segmento y que deja a las claras la rigidez del nuevo GLC EQ.

– Aislamiento acústico muy trabajado, reforzado con elementos como los soportes de elastómero desacoplados entre la suspensión y la carrocería para evitar vibraciones.
– Suspensión neumática Airmatic (proveniente directamente del Clase S), que lee la carretera mediante una cámara yque tiene en cuenta datos de Google Maps y del resto de Mercedes-Benz equipados con Car-to-X, para anticiparse a los baches endureciéndose o ablandándose en función del estado de la carretera.
Potencia y eficiencia
El nuevo Mercedes GLC EQ eléctrico inicialmente viene equipado con dos motores eléctricos que suman 490 CV (360 kW), lo que permite acelerar de 0 a 100 en 4.1 segundos y tener una velocidad máxima de 210 Km/h.
En este caso se dispone de caja de cambios de dos velocidades, para facilitar aceleraciones espectaculares y poder rodar a alta velocidad con menor consumo.

Más adelante, se podrá adquirir el nuevo Mercedes-Benz GLC EQ en una configuración de motor trasero y menor potencia, aunque la marca todavía no ha ofrecido más datos.
De momento tenemos el consumo de la versión de tracción total, para la que Mercedes-Benz declara un gasto combinado de entre 14,9 y 18,8 kWh/100 km dependiendo de las circunstancias.
Los técnicos de Stuttgart han desarrollado un nuevo sistema de frenos denominado One-Box, con el que se quiere recuperar un tacto de frenos consistente del que normalmente carecen los coches eléctricos.
Los sistemas de ayuda a la conducción se benefician de las 10 cámaras, 5 radares y 20 sensores de ultrasonidos repartidos por todo el coche.
