¡Tenemos nuevo pepino! Mercedes-AMG, la división deportiva de Mercedes-Benz, acaba de presentar la segunda generación de su maravilloso coupe, el AMG GT. Si no sabes de qué coche estoy hablando deja de leer, vete a reflexionar y analiza qué estás haciendo con tu vida ¿En serio no te acuerdas?. Te doy pistas: coupe bajito, musculoso, de morro prominente con una impresionante parrilla,, aires de 911 desde ciertos ángulos, pintado de un cantoso (y bonito) color verde en las versiones más extremas…..¿Nada? ¡Por el Amor de Dios! En fin, me calmo. Te cuento como anécdota que fue el primer modelo enteramente desarrollado por AMG, sin estar basado en ningún otro de la gama de Mercedes-Benz.
Sin embargo, para esta segunda iteración del GT la marca no ha seguido el mismo camino. Para ahorrar costes, se decidió desarrollarla en paralelo a la del Mercedes SL actual. Y esto influye, para bien y para mal, en el coche. El propio concepto del coche cambia, pasando de ser un nervioso deportivo biplaza a un coupe 2+2 más lógico y racional. Para ello, el coche crece nada menos que 19 cm en longitud y pasa a medir 4,73 m. También lo hace en anchura y batalla, con lo que nos encontramos ante un coche francamente más grande.
Pese al mencionado cambio de concepto, estéticamente el coche sigue siendo un AMG GT: frontal imponente que incorpora una nueva versión de la parrilla panamericana y unos nuevos faros Digital Led, parte delantera típica de muscle car (morro largo, musculoso y bajo) y una parte central y trasera que siguen estando muy inspiradas en el Porsche 911. El coche respira masculinidad, potencia y deportividad y resulta realmente imponente, pero seguimos pensando que sus diseñadores debían dejar de beber en las fuentes de sus vecinos de Zuffenhausen, para terminar de redondear un diseño épico.
El AMG GT incorpora todo un sistema de aerodinámica activa. La parrilla delantera tiene unas lamas interiores de apertura variable, el frontal incorpora una pieza móvil que sube y baja para crear un efecto Venturi, y el alerón posterior emerge del maletero para dar mayor o menor sustentación al eje trasero. Si no te parece suficiente o quieres darle un toque más agresivo al AMG GT, en opción tienes un paquete «aerodinámico» en fibra de carbono que incluye un lip inferior, apéndices en pasos de rueda, y un alerón fijo de gran tamaño.
Abrimos puertas, accedemos a su interior y nos encontramos con el interior del Mercedes SL, pero en disposición de 2+2 asientos. Y eso es fantástico, porque pocos interiores resultan en 2023 tan bonitos y están tan bien hechos como el del SL. Cada mando, aireador o panel es de una calidad superlativa. Cuero del bueno recubre salpicadero, puertas y asientos (al menos en la unidad de la presentación) y el volante (también de cuero) es sencillamente precioso. Los asientos delanteros son maravillosos, con unas formas que combinan muy acertadamente deportividad con comodidad y un mullido simplemente perfecto. Los traseros son sólo válidos para niños o para adultos con tamaño de niño Para el resto de los mortales, ir ahí detrás será una auténtica tortura.
Tanto para la instrumentación como para el equipo de infotaintment se recurre a dos pantallas de altísima calidad. La del cuadro permite múltiples configuraciones y es de 12.3 pulgadas. La central es algo mayor (12.8 pulgadas), va en disposición vertical y está gestionada por el sistema MBUX de la marca de la estrella. Tanto la respuesta táctil como la velocidad del sistema están al máximo nivel y el diseño de menus es francamente atractivo. La respuesta a las órdenes dadas por voz simplemente es la mejor del mercado. El único pero en este aspecto es que el climatizador se controla desde la pantalla ¡eso no se lo perdonamos!
Y pasamos a la parte mecánica. El arsenal tecnológico aquí empleado por Mercedes.Benz es espectacular. Para empezar, el chasis está fabricado en aluminio, acero de alta resistencia y polímeros de diversa índole. La rigidez obtenida aquí debe ser de muy elevada, aunque el fabricante no ha dado números concretos.
En cuanto a motorizaciones, Mercedes de momento nos ofrece dos versiones del maravilloso bloque V8 4.0 biturbo. La primera de ellas, denominada 55 4Matic+, entrega 476 CV y 700 Nm de par (0/100 km/h en 3,9 segundos y 295 km/h de velocidad punta). El tope de gama es el 63 4Matic+, que nos regala el paladar con 585 CV y 800 Nm de par. Con esa chicha, el 0/100 km/h lo hace en 3,2 segundos y alcanza los 315 km/h de velocidad máxima. La caja de cambios empleada en estas versiones, es la AMG Speedshift MCT de 9 velocidades.
El sistema de tracción es a las cuatro ruedas (AMG Performance 4Matic+), y reparte cada Nm de par de forma milimétrica a cada una de las llantas de 20”, que van calzadas en neumáticos 295/34 delante y 305/35 detrás.. La dirección también es a las cuatro ruedas y el diferencial de deslizamiento limitado de actuación electrónica para el eje trasero es de serie. Con una suspensión de diseño de paralelo deformable, con resortes hidráulicos y apoyada en el sistema de estabilizadoras activas, el comportamiento en carretera seguro que es fantástico. Todo un despliegue tecnológico que comparte con su hermano SL y que le pasa factura al coche en el peso, que llega a 1.970 Kg, Esto que supone un aumento de 320 Kg sobre su antecesor, que es mucho. Si esto va a representar o no un problema, lo veremos el día que lo podamos probar.
Todavía no hay precios definitivos de este nuevo AMG GT, pero rondarán los 200.000 euros de partida. Tiene rivales muy complicados entre los que destacar, como el Ferrari Roma, el Porsche 911 o el Aston Martin Vantage. Argumentos no le faltan.