Ford ha vuelto a cometer un sacrilegio contra su historia. No contentos con usar los nombres del sagrado Mustang y del apreciado Puma para modelos SUV, ahora le colocan el del mítico Capri a un SUV derivado de la plataforma MEB de VW. De glorioso deportivo coupé pasa a ser un SUV de 5 puertas en un segundo, sin anestesia. A la gente de marketing de Ford parece no importarle un pimiento la historia de la marca, y no respetan sus clásicos. Sinceramente, dudamos que este nuevo modelo se vaya a vender más por llamarse Capri.
Un SUV de bonito diseño
Lo que nos ofrece Ford con el nuevo Capri es un SUV de 4,63 m, bien proporcionado para el tipo de vehículo que es. El coche va pintado en dos colores, el de la carrocería y el negro en contraste con presencia en “parrilla” delantera, parte baja del coche y parte del maletero. No sorprende, pero el resultado es agradable y tiene un cierto aire deportivo. Ni de broma recuerda al Capri original, pero es más atractivo que un ID.4 (no era difícil conseguirlo)
Por dentro es un Explorer
Si echamos un vistazo al interior, nos encontramos muchos elementos en común con el último Ford Explorer, con el que comparte plataforma y desarrollo. El salpicadero de formas bastante sencillas y horizontales es prácticamente el mismo, con una pequeña pantalla de 5,3 pulgadas para el conductor y una de 14,6 pulgadas para el sistema de infoentretenimiento. Ésta última tiene un sistema manual por el que varía su inclinación y deja a la vista (o no) un hueco portaobjetos.
La habitabilidad interior promete ser destacable, con mucho espacio para las piernas de los pasajeros y una anchura algo menos brillante. Los niveles de acabados y equipamiento son buenos, aunque tampoco espectaculares. El maletero, por su parte, tiene una capacidad de 572 litros.
Potente y 100 % eléctrico
Aquí encontramos las mismas opciones de potencia que el Explorer: la Extended Range RWD (de un motor de 286 CV y tracción trasera); y la Extended Range AWD (de dos motores de 340 CV en conjunto y tracción total). Ambas versiones tienen una autonomía homologada muy destacable, con 592 y 627 Km. Hay diferencias en la capacidad útil de la batería (77 y 79kWh) y de velocidad máxima de carga (135 y 185 Kwh).
Las prestaciones son muy brillantes en aceleración y reguleras en cuanto a velocidad máxima. Estos coches son capaces de hacer el 0/100 en 6,4 y 5,3 segundos y de alcanzar los 180 Km/h como velocidad punta.
La marca declara tener una puesta a punto propia de esta plataforma de VW, y por ello ha variado el tarado de las suspensiones a través de cambios en amortiguación, muelles y estabilizadoras. Lo que no cambia es la lamentable ausencia de discos de freno en las ruedas traseras, carencia que hereda y no ha modificado de VW. Las llantas son de 19,20 y 21 pulgadas, de diseño cerrado, lo que permite “tapar” las vergüenzas de este Capri a nivel de frenos traseros.
No hay precios
Todavía no sabemos los precios de estos bonitos SUV porque, aunque se acaben de presentar, no se empezarán a comercializar hasta finales de año. Pero no deben andar lejos de los de los ID.4 equivalentes que, dicho sea de paso, no son precisamente baratos. Veremos.