Tras probar un coche tan interesante como este Renault 21 GTI 12V, reconozco que a uno le embarga la nostalgia y confirma (una vez más), que el automóvil actual no avanza en la dirección correcta. Si lo comparamos frente a un Renault Austral, por poner un ejemplo, no cabe duda de que el SUV es más seguro, más potente y es mucho más avanzado tecnológicamente. Pero el 21 GTI 12v le barre en cuanto a placer de conducción, ergonomía, deportividad y conexión conductor/máquina. Si te quedas con nosotros, te cuento lo que me gusta de este R-21, que es mucho.
Breve repaso a la historia del R-21
EL Renault 21 nació en 1986 bajo una atractiva carrocería de berlina de tres volúmenes (4,46m de longitud) y otra tipo break (+18 cm) diseñadas por el gran Giorgetto Giugaro. El modelo se convirtió de inmediato en un éxito debido a sus grandes cualidades como coche de familia, a su completa gama de motorizaciones y a una relación calidad-precio-equipamiento muy notable. Tan solo tres años después, como detallamos en el artículo sobre la historia del R-21, la marca sometió al modelo a un profundo restyling y aprovechó para lanzar una tercera carrocería de cinco puertas.
El frontal pasó a ser bastante similar al de la versión Turbo, y la trasera se modernizaba con un paragolpes mejor integrado en la carrocería y con unos grupos ópticos de dos colores que rodeaban la matrícula. Las molduras laterales y unas llantas de distinto diseño completaban los cambios realizados a nivel estético. Así, los Renault 21 Fase 2 disponen de una estética mucho más moderna y, dependiendo de la versión, de un aspecto ciertamente deportivo. Es el caso de las versiones TXI (más equipada) y GTI 12V, como la que protagoniza nuestra prueba de hoy.
Diseño exterior: lo mejor del coche
El R-21en esta versión GTI 12V tiene una estética muy deportiva. Lo primero que nos llama la atención es la preciosa pintura roja, que le sienta de perlas a la carrocería de este Fase 2. El frontal es imponente, con esos faros y calandra inspirados en el 21 Turbo y un paragolpes que integra unos faros antiniebla rectangulares, unas entradas de aire muy generosas y un discreto spoiler.
En el lateral nos encontramos con unas preciosas llantas Speedline de cinco brazos, unas prominentes estriberas pintadas en el color de la carrocería y unos protectores de puertas negros que contrastan de maravilla con el color del coche. Además, tienen una tira roja en la parte central al más puro estilo Golf GTI que le queda de cine.
En la parte trasera este GTI 12v nos gana con un generoso alerón trasero bien proporcionado y un ligero spoiler que recorre el paragolpes trasero. Trabajo de sobresaliente en el plano estético.
Un interior optimizado respecto al Fase 1
A nivel general, estos Renault 21 Fase 2 tenían un interior muy mejorado. Se reorganizaron elementos como los aireadores centrales, la radio o diversos mandos. Se modificó la consola central, se incluyó una visera en la parte superior del salpicadero y los mandos de la calefacción pasaron a ser de ruletas (en las versiones sin clima). La calidad de los materiales aumentó considerablemente, aunque rivales como Mercedes, BMW o Audi quedaban lejos en este aspecto. A nivel de espacio interior, el coche es muy amplio y tiene unos asientos de buen tamaño y acertado diseño. Sujetan bien el cuero, pero debido a un mullido excesivamente blando pueden cansar en viajes largos.
Los GTI 12v venían con algunos detalles interesantes adicionales, como un atractivo volante deportivo de 3 radios o una palanca de cambios de pomo grueso. Ambos elementos están forrados en cuero.
Me llama la atención de estos 21 cómo los diseñadores de la marca se esmeraron en el diseño de elementos como los tiradores de las puertas, los cerrojos o de los mandos de las luces interiores. A día de hoy, este tipo de detalles se han perdido.
La instrumentación no es la digital de versiones como la TXE. Se opta por una tradicional de agujas de acertado diseño para velocímetro, cuentarrevoluciones, temperatura de agua y nivel y presión de aceite. Eso sí, incorpora una pantalla en la parte superior para el ordenador de abordo.
Motor: Una obra imperfecta
Para las versiones TXI y GTI, Renault desarrolló una variante potenciada de su conocido bloque de 2 litros. Se desarrolló una culata de aleación de 12 válvulas (2 de admisión y una de escape de mayor tamaño) con una bujía de tres electrodos colocada en posición central en cada cilindro. La potencia ascendía de 120 CV a 140 CV, mientras que el par máximo alcanzaba los 175 Nm a 4300 rpm.
Sobre el papel, esta ganancia de potencia y par era muy interesante, porque además venía acompañada de unos desarrollos del cambio que se acortaron para redondear este apartado. Pero una cosa es la teoría y otra la práctica. Ya las revistas de la época demostraban en sus pruebas que la ganancia en aceleraciones y recuperaciones era pequeña y que los consumos subían sobre la versión de 8 válvulas, que tampoco era precisamente comedida en este aspecto.
En marcha: el 21 más compensado
El chasis recibía para este GTI 12V una puesta a punto más deportiva, con unos tarados de suspensión más rígidos. Las preciosas llantas Speedline tienen una pulgada extra de diámetro sobre los TXE, lo que permite incorporar unos neumáticos de menor perfil (55). Para redondear el panorama, el sistema de frenos se beneficia de unos discos de freno de mayor tamaño y de un ABS bien puesto a punto.
En marcha, este GTI 12V es una delicia. La dirección tiene un tarado más enérgico que los coches actuales, informa bastante de lo que ocurre en la carretera y además el tacto del volante de 3 radios es magnífico. El coche se muestra bastante ágil de reacciones, tiene un elevado paso por curva y el límite de adherencia tarda en llegar. Lo mejor de todo es que lo hace con un silencio de marcha bastante notable y una comodidad equiparable al de las versiones más tranquilas de la gama R-21.
El motor tiene el mismo comportamiento que la mayor parte de las primeras mecánicas multiválvulas de esta época: falta de cierta fuerza a bajas revoluciones compensada con un rango 4.000-6.000 rpm brillante. Si lo mantienes dentro de su régimen óptimo, encuentras esos 140 CV y además una melodía agradable. Nada estridente, pero se deja oir.
La caja de cambios pone de su granito de arena para que te lo puedas pasar de cine en carreteras secundarias, gracias unos a unos desarrollos cortos que permiten aceleraciones y recuperaciones notables. Las inserciones se realizan con precisión, pero no con mucha rapidez. Visto el punto de vista actual, le haría falta una sexta velocidad para bajar consumos y rumorosidad en autovía. En 1991 nadie la echaba en falta.
Conclusión: una berlina muy compensada
Muy recomendable. Sinceramente, creo que los TXI/GTI 12V son las versiones más equilibradas de los Renault 21. No tienen la potencia y personalidad de las versiones Turbo pero son mucho más baratos de adquirir, son igual de bonitos y van francamente bien en carretera. Como única pega le vamos a poner el elevado consumo de combustible, sobre todo en ciudad. Solo desaconsejo su compra a conductores ávidos de prestaciones fulgurantes, que tienen que llamar a la puerta de los R-21 Turbo.